jueves, 6 de febrero de 2020

Azar razA

Creció nómada con los suyos
Creció aquí allí ahí allá
      donde las ciudades se hacen campo
Creció bajo el perfume de las estrellas

Arcturus
guardiana de las Osas
brillaba para él
Nunca le fallaba

Necesitaba concentrarse

Había recibido un telegrama
"Falleció tu hijo 
Entierro mañana
Sentidas condolencias”
Dudaba ¿hoy o ayer?

Necesitaba serenarse

Ya habían actuado
acróbatas caballos
elefantes bailarinas

Era su turno
un extranjero en su propio futuro
sujeto a una diana circular
brazos piernas en aspa 
al margen de la gravedad

El lanzador de cuchillos
espera una señal
gira gira girar girar

Vulnerable
envuelto por viento de estrellas
confiaba en el azar.

La silueta ahora crucixicada
que de joven detenía las nubes con la mirada
que de joven escuchaba a los grillos y las ranas
temblaba con cada impacto en la diana.

Arcturus 
le trajo el aroma de la flor de cuchillos
hasta aquel pueblo
donde todo el mundo se conoce 
y nadie se saluda.



                                                                     © 2020  Texto de Arturo García Fernández

1 comentario:

  1. El poeta es ladrón de fuego, dijo Rimbaud. Yo añado que para robar fuego hay que quemarse... y eso duele. De tanto robarlo, me he convertido en humo y ceniza... Te advierto de lo que tú mismo advertiste en Hojarasca, debajo no hay nada, mejor expresado: está la Nada... La semántica es hojarasca, por eso hace años que no juego con ella. Como sabes me desenvuelvo más cómodamente en la asemántismo del lenguaje musical...
    Todo esto para decirte que creces en ese mundo inasible que tan bien reflejan los haikus, vamos, que lo estás haciendo muy bien... Pero cuidado: el fuego lo carga el diablo. Abrazo

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