viernes, 27 de diciembre de 2019

Hojarasca

No puedo decir
que no estaba advertido:
si buscas las causas
encuentras el vacío.

Cuando lo presiento
recuerdo esa cita
y siento miedo.

Sin querer mirar al cielo.
Entre la hojarasca
busco a ras de suelo.

Aunque bajo los adoquines
no hay playas.
Bien lo sé.

Pero al respirar el silencio
me digo: 
el verso es la grieta
cuélate, recréate.



  © 2019  Texto Arturo García Fernández


Primera versión

No puedo decir
que no estaba advertido:
si buscas las causas
encuentras el vacío.

Cuando lo encuentro,
recuerdo la cita
y siento
miedo.

Entonces
busco a ras de suelo,
entre la hojarasca.
Cuando deseo
mirar al cielo.

Y me digo: 
el verso es la grieta
cuélate, recréate.

Bajo los adoquines
no hay playas.
Bien lo sé.

Pero al respirar el silencio
escucho las olas.

                                                               


                                                                              © 2019  Texto Arturo García Fernández





Cenizas en lugar de llamas

Escucho una voz que duele.
Percibo su sonrisa tras un velo. 
Penumbra

Añoro la chimenea
y el silencio de los gatos, 
cuando la cal de las paredes 
retiene lo oscuro.

Las llamas
mimaron sus gestos
dieron horma a sus pies 
danzaron con sus palabras.

Han llamado a la puerta, ¿has llamado?
Pero al abrir no hay nadie.

El frio
no necesita romper el vidrio 
de las ventanas.

La ausencia es un pájaro 
que tras de mi bate sus alas 
y en su pico trae tus manos 

enguantadas con ceniza.




                                                                             © 2019  Texto Arturo García Fernández

domingo, 22 de diciembre de 2019

Papiroflexia

Aquella mirada bajo la visera
escudriña el navegar 
del barco de papel
por el estanque del parque.
En un costado de proa 
se leía El Kapitan.

Busca una isla
con un palacio de cristal
por dónde las aguas
son de un gris metal.

Aquel niño que juega solo
hace un mes pasó la gripe.
Su madre le trajo
cartulina para plegar
por la mitad del folio
por la mitad y deshacer
hacia el centro
hacia arriba 
las esquinas hacia atrás
abrir por la mitad hacia afuera
hacia arriba y por detrás
tirar desde las esquinas y
el barco de papel 
      papiroflexeado está.

Mientras contaba los días 
que ha de tardar en sanar,
eligió el Playmovil de la espada
y lo nombró Kapitan.

Arde su mirada en fiebre 
bajo la venda con hielo
la fría penumbra le encubre
de la cruel claridad.

Pronto dormido estará.

En el sueño navegó
por frias aguas de metal 
hasta su palacio,
con torreones de cristal.



     © 2019  Texto Arturo García Fernández

viernes, 20 de diciembre de 2019

Ventana del poeta roedor


                                               Adiós lápiz y papel,
goma de borrar adiós.
Bajo mi mano se ha colado
un descarado ratón,
por cola tiene un cable
por hocico un cursor.

En la ventana de mi ordenador
olisquea bits y pixels
por su marco superior:
Notas  Archivo  Edición 
Ventana  Ayuda
Formato  Visualización. 
 
                                                                    También reposa en su alféizar
por verlos venir mejor.

Es muy fiel y obediente
no se la doy con queso
detecta los puntos calientes
sobre cualquier documento.

Me transmite un escalofrío
cuando transmutado en mano,
con un dedo extendido
acaricia huecos en blanco.

A mi disposición se pone
al localizar Crear Nota,
abriendo un rompecabezas, 
 
                                                                      donde me aguardan y retan 
mis poemas por piezas.
A estas alturas
el queso ya no le importa.
Corta y Pega
Pega y Corta.
Termina por dejarme 
entre restos de naufragio
y algunos versos al pairo.
Empeñado en reciclarlos
logro formas estables
o espero mejor suerte.

Mouse siempre muestra
la cortesía de un Lord.
Me deja este poema,
con un Exportar a word.

¿Guardará más allá de su ventana otro mejor?




  
                                                                                                        © 2019  Texto Arturo García Fernández

martes, 10 de diciembre de 2019

Billete de ida

                         Para encontrar
esas preguntas 
que no dejarán de estar
que las responde el silencio.
Esperaré 
a la aurora de mañana.
Hay una silla sin ocupar 
para mi último viaje.
Esperaré.

Viajero fugitivo
descalzo
por tierras resecas.
El amanecer 
trae un horizonte 
que amuralla mi vista.

Rastreo
en erosionadas voces
gastadas letras.
En lo alto
quizá pueda vislumbrar 
su pálido brillo 
en la oquedad de mi noche,
y así
                         descifrar el silencio.



   © 2019  Texto Arturo García Fernández

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Ripios a la metáfora

     Acunadas en la inspiración
brotan de forma lúdica.
Pongamos una canción
para la pausa melódica.
La razón siente un alud
en arenas movedizas.
Surgen con prontitud
pero son escurridizas.
Con secretos arcanos
se pueden tornar oscuras.
Si se nos van de las manos
al lector dan calenturas.
Cuando el aprendiz de poeta 
sufre fiebres bobáticas  
“profundo y oscuro” lo peta
con mañas antipáticas.

     La imaginación es traviesa
nos puede dar un revolcón.
Con modestia se la apresa
al vuelo, con intuición. 
Si solo uno puede abrir
un cofre muy ornado
no aceptemos el regalo,
vayámonos a dormir.


                                                                              
                                                                                © 2019  Texto Arturo García Fernández

Remanso

Ya viene la noche.
Golpean rayos de luna 
sobre el yunque de la tarde.
Destellos de plata fina
que se enlutan cuando nacen.

Escucho su eco.

Ya viene la noche.
Un árbol grande se abriga
con palabras de cantares.
Gime y emboza su rostro 
para que no lo vea nadie.

Escucho su eco.

Ya viene la noche. 
Si tú vinieras a verme
por los senderos del aire.
Encontraría tus huellas
antes de que llegases.

Escucho tu eco.

Ya viene la noche.
Me encontrarías llorando
bajo los álamos grandes.
¡Ay morena!
Bajo los álamos grandes.
Que sin sombra dejarían
sola, mi mueca de alambre.



“Remanso" de Federico García Lorca  / Amplificación Arturo García)

Claro de reloj

 Me senté
en un claro del tiempo.
Era un remanso
de silencio,
de un blanco silencio,
anillo formidable
de muelles desiertos,
donde los luceros
chocaban con los doce flotantes
números negros.
Ignoré 
que el gruñón Caronte
aguardaba en uno de ellos.
Cuando la brisa del alba,
estremeció al olivar,
sus hojas susurraron un Credo,

Con la luna difunta,
una luciérnaga azul
me dio consuelo.

Escuché al cojo maestro
llevar el compas
con dos banderilleros.

¡Dejadme cantar con ellos!
Que muerto me quedaré.
Cuando choquen los luceros,
con mi número negro.




“Claro de reloj” de Federico García Lorca / Amplificación de Arturo García
        

Memorias de Ciudad Naranco

https://memoriasdeciudadnaranco.blogspot.com





miércoles, 20 de noviembre de 2019

Intro


- Me llamo Arturo García y soy un aprendiz de escribidor. 
Transcurría el año 2013 cuando decidí ordenar mis lecturas y comenzar a escribir algo. Estructuré un blog Palabras de Arturo con lo que iba saliendo y me encontré en el 2019 con textos de muy distinta naturaleza, desde relatos cortos a poemas, atravesados todos por una voz que estoy construyendo.
Son los escritos que aquí recojo en un índice por años, los más antiguos son mas narrativos y los últimos se han ido adelgazando hacia lo poético. 
No importa leerlos en el orden que se presentan o bien optar por hacerlo al azar.
En cualquier caso agradezco la atención que decidáis prestarles.
Oviedo finales del 2019

- Arthurus Garcia et est nomen meum ego discipulo narrator serpere.
Anno MMXIII fuit cum placuit ei ut me Lectio scribo aliquid, quod incipit. Arthurus cum verbis, quae erat exstructa a blog et venit et ego in ipsis auctoritatibus MMXIX differt natura a brevis fabulis est poemata omnia quae transiit a me vocem aedificationem.
Scripta sunt autem ad indicem per me compilata annis seniorem sunt narratur, et haec cohibenda poetica sunt ad extenuantibus.
Utcumque legit in ordine eligere vel facere cum forte se obtulit.
Alioqui enim decidáis dant operam bene.
Ovetus nuper MMXIX

martes, 19 de noviembre de 2019

nauJ nómaR

Has muerto, si.
Ya habías muerto,
como la flor de almendro en cada helada.

Como la muerte, tienes
tus hojas secas;
tienes tu nieve, como
la muerte …
Mas tu tierra,
lujuria, está sembrada
de profundos augurios,
que han de cumplirse aun en el mismo olvido.
¡En vano es que no quieras!
La amarga brisa torna, un día, al alma;
una noche apagada,
subes, lujuria, a los sentidos, lasciva como la vez postrera.

¡Pues eres impura, eres
caduca! A tu presencia,
vuelven por el fango rojizo de barro blando,
las viscosas sierpes que creímos muertas …
Cierras tu voluptuosa flor con viejas hojas …
Detienes la inmortal luz, no te agrada  …

¡Eres caduca, lujuria,
como la blanca helada!
 © 2019 Foto y texto de Arturo García Fernández cambiando ei sentido de un poema  de Juan Ramón Jimenez.
Sustituyendo la palabra amor y todo lo que haga referencia a esta palabra por lujuria

No has muerto, no.
Renaces,
con las rosas en cada primavera.

Como la vida, tienes
tus hojas secas;
tienes tu nieve, como
las vida …
Mas tu tierra,
amor, está sembrada
de profundas promesas,
que han de cumplirse aun en el mismo olvido.
¡En vano es que no quieras!
La brisa dulce torna, un día, al alma;
una noche de estrellas,
bajas, amor, a los sentidos, casto como la vez primera.

¡Pues eres puro, eres
eterno! A tu presencia,
vuelven por el azul en blanco blando,
tiernas palomas que creímos muertas …
Abres la sola flor con nuevas hojas …
Doras la inmortal luz, con lenguas nuevas …

¡Eres eterno, amor,
como la primavera!