jueves, 11 de agosto de 2016

Sting

Sigue su ruta sin lastre. No ha venido para quedarse solo es una canción más. Berber tent obsesión. El paciente inglés sabe tensar los vientos y pasa haciendo silencios. El oasis no puede hacernos olvidar que somos sus invitados en el desierto.

Era el rey del dolor cuando lograba esa tensión. Elástico al bajo. Gomoso. Duelo entre su voz y el pulso del charles que abre espacio para los sintetizadores. Capas minimalistas alrededor de la cadencia rítmica. Ecos de guitarra con más alma que técnica. Luminosos fragmentos de silencio. Poética del loop. Lazo obstinado. Desfase progresivo de las frases musicales. Percepción del tiempo. Snychronicity.

Espejismos bajo el cielo protector. Mar en el desierto. Obsession by english tea in the Sahara.
Una banda de delfines juega sobre las dunas.




 © 2016  Texto Arturo García Fernández
 © 1983 Synchronicity -The Police

5 comentarios:

  1. Hay un ritmo entrecortado, lleno de pausas sugerentes, que nace en torno al Sahara para acariciar curvaturas de talles de ébano. Luego su eco lo encierra Marley, don Bob Marley, para ponerle sonido a las tardes caribeñas. Y por fin se difunde en occidente de la mano que toma el té al extremo del brazo de Police.

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    1. De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hacia el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola.

      Las líneas de la mano (Julio Cortázar)

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  2. Magnifico descripción semántica de un arte asemántico como lo es el musical. He tenido el placer de escuchar la canción a la par q iba leyendo tu texto. Has logrado un concienzudo estudio de la pieza (el elástico y gomoso sonido del bajo, el pulso del charles...) Emocionado homenaje desde tu corazón musical, Sting estará agradecido. Yo también
    P.D Gracias por dejar o el texto de Julio Cortazar.
    Otra cosa, atrás te quejabas de estar seco... Pues amigo, cuando vuelvas a sembrarte tendré q quitarme el sombrero. Un saludo.

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    1. Efectivamente mi intención es que se lea el texto al mismo tiempo que se escucha la canción "Thea in the Sáhara" y que a personas como tú les permita pasar un rato agradable.

      P.D. También en otra entrada de este blog "Overgrown" he subido como comentario un escrito de Ernest Hemingway titulado "El viejo en el puente".
      Juan espero que sea de tu gusto.

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    2. Ha sido de mi gusto: El viejo en el puente(sin bandos…)
      Eso me hizo recordar un relato estremecedor que escuché de un hombre q combatió en aquel frente fratricida… Detalle: Ese hombre ya no tiene recuerdos porque ha dejado de existir, pero algunos de sus recuerdos perviven en mí…, lo cual me produce tristeza porque cuando yo desaparezca, desparecerán definitivamente los recuerdos de ese hombre y, a la vez, alegría porque esos recuerdos mejor olvidarlos.
      Salud

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