Creció nómada con los suyos
Creció aquí allí ahí allá
donde las ciudades se hacen campo
Creció bajo el perfume de las estrellas
Arcturus
guardiana de las Osas
brillaba para él
Nunca le fallaba
Necesitaba concentrarse
Había recibido un telegrama
"Falleció tu hijo
Entierro mañana
Sentidas condolencias”
Dudaba ¿hoy o ayer?
Necesitaba serenarse
Ya habían actuado
acróbatas caballos
elefantes bailarinas
Era su turno
un extranjero en su propio futuro
sujeto a una diana circular
brazos piernas en aspa
al margen de la gravedad
El lanzador de cuchillos
espera una señal
gira gira girar girar
Vulnerable
envuelto por viento de estrellas
confiaba en el azar.
La silueta ahora crucixicada
que de joven detenía las nubes con la mirada
que de joven escuchaba a los grillos y las ranas
temblaba con cada impacto en la diana.
Arcturus
le trajo el aroma de la flor de cuchillos
hasta aquel pueblo
donde todo el mundo se conoce
y nadie se saluda.
© 2020 Texto de Arturo García Fernández
y nadie se saluda.
© 2020 Texto de Arturo García Fernández
El poeta es ladrón de fuego, dijo Rimbaud. Yo añado que para robar fuego hay que quemarse... y eso duele. De tanto robarlo, me he convertido en humo y ceniza... Te advierto de lo que tú mismo advertiste en Hojarasca, debajo no hay nada, mejor expresado: está la Nada... La semántica es hojarasca, por eso hace años que no juego con ella. Como sabes me desenvuelvo más cómodamente en la asemántismo del lenguaje musical...
ResponderEliminarTodo esto para decirte que creces en ese mundo inasible que tan bien reflejan los haikus, vamos, que lo estás haciendo muy bien... Pero cuidado: el fuego lo carga el diablo. Abrazo